Western
Hace unas semanas volví a ver en TV La diligencia, de John Ford. Hacía mucho que no la revisitaba (revisitar, qué apropiada palabra), y me sorprendió no encontrarmecon la pieza de arqueología que en el fondo esperaba, sino con una obra maestra capital llena de fuerza y frescura. Pero es que Ford es mucho Ford... El caso es que la visión de la película me hizo recordar cierta charla que mantuve este verano con Fernando Marías, en el curso de la cual éste afirmó que el western es el cine, su esencia misma y el género que mejores frutos le ha dado. Estoy básicamente de acuerdo con él. Y, como una cosa lleva a la otra, me puse a considerar cuáles eran, en mi opinión, los mejores westerns de la historia.Un momento, un momento –dice una voz-; ¿estás hablando de películas del Oeste? ¿Indios, vaqueros, duelos y todo lo demás? ¿Y dices que eso está a la altura de Bergman, Kieslowski, Godard, Fellini y el resto de grandes nombres del séptimo arte? No, respondo, a su altura no: muy por encima en muchos casos.El western es un género (tanto literario como cinematográfico) muy curioso. En realidad, debería ser considerado un subapartado de la narrativa histórica, ya que se centra en un territorio específico (América del Norte) y en un periodo del pasado que cubre, más o menos, los siglos XVIII y XIX, aunque suele centrarse en este último. Sin embargo, hay cuando menos un factor que lo dota de una especial personalidad: ser una narrativa de frontera. De un lado tenemos la barbarie (la naturaleza), de otro la civilización; en medio, el ser humano. ¿Cómo se conjugan esos tres factores? ¿Es la civilización una respuesta a la barbarie? ¿O acaso la civilización no es más que una forma ordenada –y por ello más terrible- de salvajismo? En realidad, el western es una estilización de la vida que consiste en quitarle a la realidad todo lo accesorio y dejar sólo lo fundamental. Sentimientos, pasiones, ideologías, política, justicia, el mal y el bien, todo ello aparece en el western de forma descarnada, sin tapujos ni disfraces. El eje de este género no son los revólveres ni los duelos, sino la naturaleza del ser humano y su relación con el entorno y los demás.Me estoy refiriendo, claro está, a los buenos western, porque no cabe duda de que se han filmado innumerables peliculillas del Oeste a las que sólo cabe calificar de deleznables. Como, por ejemplo, todo el (infame) spaghetti western, con Sergio Leone a la cabeza. Sí, hay mucha mala película del Oeste, mucho tópico sin interés; pero es que hay mucho malo de todo. No obstante, los grandes western son cumbres de la narrativa cinematográfica, así que centrémonos en ellos. Os voy a proponer una lista de lo que, en mi opinión, son las diez mejores películas del Oeste de la historia. Como ocurre con toda “lista de 10”, hay notables e injustas ausencias; sin embargo, puedo asegurar que, si bien no están todas las que son, sí son todas las que están.Y el primer problema que me surge a la hora de elaborar la lista tiene nombre: John Ford. Porque, siendo justos, la mitad de las películas de esta lista deberían ser suyas. Pero eso limitaría demasiado el panorama, así que he decidido reducir la aportación de Ford a “sólo” tres films.La diligencia (1939). Mi padre adoraba esta película; decía que era un compendio de todo el género del Oeste, y tenía razón. En ella está el sheriff, el pistolero, la banda de cuatreros, los indios, la caballería, la puta, el médico borracho, el jugador, el caballero del Sur, en fin, los arquetipos básicos del western. Analizada superficialmente, podría decirse que resulta demasiado tópica, pero no debemos olvidar que La diligencia definió las pautas del western moderno, unas pautas que luego han sido copiadas hasta la saciedad. Además, el tratamiento que Ford hace de los tópicos siempre es distinto, siempre es poético y estimulante. La persecución final de los indios a la diligencia es la madre de todas las persecuciones cinematográficas posteriores; un auténtico portento de planificación y ritmo que jamás ha sido superado (pero sí muy imitado).Centauros del desierto (1956). Una niña blanca es raptada por los indios. Su tío Ethan (John Wayne), acompañado por un joven (Jeffrey Hunter), la busca obsesivamente durante muchos años. Cuando finalmente la encuentra y la ve convertida en una india, empuña su revólver y se dispone a matarla... La complejidad y sutileza de esta película es tan inmensa que cada vez que la veo (y la he visto numerosas veces) descubro algo nuevo en ella. Simplificando, podría decirse que es un alegato contra el racismo, pero va mucho más lejos. Centauros del desierto habla sobre la soledad, sobre la pérdida, sobre la familia y el honor, sobre la ambigüedad de los sentimientos... sobre la naturaleza humana en definitiva. Nada es lo que parece en esta magistral película; por ejemplo, si prestamos mucha atención a la relación entre Ethan y su cuñada, empezaremos a preguntarnos si el personaje interpretado por Wayne está buscando a su sobrina... o a su hija.El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Un pueblo vive sojuzgado por el terror que impone la banda de malhechores liderada por Liberty Valance (Lee Marvin). Nadie hace nada –ni siquiera el personaje interpretado por John Wayne, el único que podría acabar con Valance- hasta que llega del Este un pacífico abogado (James Stewart), que se enfrenta a Valance, primero mediante el recurso a la ley y, finalmente, en un duelo que acaba con la muerte del asesino. ¿Parece una historia tópica? Pues no señor, todo lo contrario. Ford, que había sentado las bases del western clásico con La diligencia, las destruye ahora mostrándonos el lado oculto (y oscuro) de las leyendas. Tampoco aquí las cosas son lo que parecen. Stewart no mató a Valance en el duelo: lo mató Wayne, de lejos, oculto, con un rifle y por la espalda. Stewart acaba utilizando su supuesta proeza (que él sabe falsa) para convertirse en un político populista y manipulador. Wayne tampoco es un héroe, sino un hombre hosco, indiferente, resentido y racista. Y es que no hay héroes en esta película; de hecho, el único personaje enteramente digno y honesto es el negro que trabaja para Wayne (interpretado por Woody Strode), un hombre absolutamente fiel y honesto que es tratado casi como un esclavo por su patrón. El hombre que mató a Liberty Valance, además de ser una de las grandes obras maestras de la historia del cine, marca el comienzo del periodo desmitificador del genero.Y aquí se acaba la aportación de Ford a mi lista. Una lista que, no obstante, debería incluir cuando menos dos títulos suyos más: Pasión de los fuertes (1946) y El sargento negro (1960). Para terminar con él, permitidme una anécdota. Cuando un periodista le preguntó a Orson Welles quiénes eran, en su opinión, los tres mejores directores de la historia del cine, Welles respondió: “John Ford, John Ford y John Ford”.Winchester 73 (Anthony Mann, 1950). Dos hermanos –ambos extraordinarios tiradores de rifle-, interpretados por James Stewart y Stephen McNally, están enfrentados a muerte por el asesinato de su padre a manos de McNally. Stewart persigue a su hermano sin descanso por el territorio de Kansas. Cuando lo encuentra, se inicia un enfrentamiento que comienza con un concurso de tiro y termina con uno de los más vibrantes e inteligentes duelos -con rifle y a mucha distancia- jamás filmados. Simultáneamente, la película describe el periplo de un rifle –el que da título al film- que va pasando de mano en mano hasta regresar junto a su dueño. Winchester 73 es una obra tensa y violenta que acaba adquiriendo las proporciones de una tragedia griega. La traición, la venganza, el destino y la muerte; esos son los temas centrales de esta obra maestra.Raíces profundas (George Stevens, 1953). Intentando rehacer su vida, Shane, un ex-pistolero interpretado por Alan Ladd, llega a un valle en el que los agricultores están sojuzgados por los ganaderos. Shane comienza a trabajar en una de las granjas y, pese a su inicial rechazo de la violencia, acabará ayudando a los agricultores en su lucha contra los ganaderos. Un relato tópico, mil veces contado, al que Stevens consigue conferir una nueva dimensión narrándolo desde el punto de vista de un muchacho. Y es que, en realidad, Raíces profundas es una historia de amor imposible entre un hombre, una mujer y un niño.Río Bravo y El Dorado (Howard Hawks 1959-1967). ¿Por qué, refiriéndome a una sola película, incluyo aquí dos títulos? Porque ambos films son obra del mismo director, cuentan exactamente la misma historia y están protagonizados por el mismo actor, John Wayne. Un pistolero a sueldo (Wayne) llega al pueblo de El Dorado en busca de su mejor amigo (Dean Martin/Robert Mitchum), que es sheriff del lugar y un patético borracho. Wayne ayuda a su amigo a superar el alcoholismo y a enfrentarse a un grupo de pistoleros contratado por un terrateniente local... Pero lo cierto es que el sencillo argumento de ambas películas carece de importancia. Lo realmente interesante son los personajes y sus relaciones, los diálogos y las situaciones. Como en muchas de sus obras, Hawks habla en Río Bravo/El Dorado sobre la amistad, el respeto a uno mismo, el trabajo bien hecho y la alegría de vivir, a lo que añade, en el caso de El Dorado, una irónica mirada sobre la vejez y la decadencia.Valor de ley (Henry Hathaway, 1969). A Hathaway, por algún motivo, siempre se le ha negado el marchamo de artista para relegarlo al humilde puesto de artesano. Esta película, magistral ejemplo del llamado “western crepuscular”, demuestra que eso es mentira. Mattie Ross (Kim Darby), una muchacha en principio absolutamente insoportable, contrata los servicios de Rooster Cogburn (John Wayne), un viejo sheriff tuerto y borracho, para que encuentre a los asesinos de su padre, e insiste en acompañarle. El film cuenta la historia y las peripecias de ese viaje y esa venganza, pero sobre todo describe la relación entre dos espléndidos personajes–Mattie y Cogburn-, a los que se les une La Boeuf (Glen Campbell), un surrealista cazarrecompensas miope. Además de la abrumadora belleza de los escenarios naturales en que fue rodada, Valor de ley ofrece una estimulante mezcla de violencia (en ocasiones extrema), ternura, humor y poesía. John Wayne recibió el único Oscar de su carrera por su interpretación en esta película. Os aseguro que es uno de los premios de la Academia más justos que jamás se han entregado, porque Wayne consiguió con su actuación componer uno de los mejores personajes de la historia, no sólo del western, sino del cine en general, ese Rooster Cogburn, viejo, borracho, tosco, sarcástico, violento... y entrañable.Un último punto que a nadie interesa, pero que no quiero privarme de reseñar. Antes de rodarse la película, mi padre me regaló la novela en que está basado el guión (True grit, Charles Portis). Yo tenía por aquel entonces unos dieciséis años y recuerdo que la novela me gustó mucho. Más tarde, cuando el film se estrenó en España, fui a verlo con mi padre. Debió de ser de las últimas películas que vi con él. La última: La hija de Ryan, de David Lean.Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969). Una banda de forajidos intenta asaltar el banco de una pequeña población del suroeste, pero los ladrones caen en una emboscada y son tiroteados por un nutrido grupo de cazarrecompensas. Los forajidos supervivientes, tenazmente perseguidos por los cazarrecompensas, inician entonces una huída que les conducirá a México, lugar donde, en un acto de redención suicida, se enfrentarán a todo un ejército y serán masacrados. Cuando los cazarrecompensas llegan, sólo encuentran cadáveres.La acción de esta película se desarrolla en 1913, cuando la época dorada del Oeste había pasado a la historia. Sus protagonistas (unos magníficos William Holden, Robert Ryan, Ernest Borgnine, Ben Johnson, Warren Oates y Edmond O’Brien) son seres anacrónicos cuyo individualismo y libertad chocan con las normas de una sociedad cada vez más represora. Lo que representan ya no tiene sentido, así que deciden morir por unos valores –honor y amistad- tan desfasados como ellos mismos. A caballo entre la melancolía y la violencia, Grupo salvaje es el paradigma del western crepuscular.Las aventuras de Jeremiah Johnson (Sidney Pollack, 1972). A mediados del siglo XIX, un ex-soldado llamado Jeremiah Johnson abandona la ciudad y se dirige a las montañas para vivir como trampero. Una vez allí, y con la ayuda de un viejo pionero, aprenderá todo lo necesario para sobrevivir en un medio natural y salvaje. Al mismo tiempo, iniciará una amistosa relación con los nativos y acabará casándose con una india. Pero un día, miembros de una tribu rival (los crow) asesinan a su familia; Johnson, roto de dolor se venga de los crow, prende fuego a su cabaña e inicia una vida errante y solitaria. Entre tanto, los crow, en una especie de contravenganza, comienzan a enviar a sus mejores guerreros, de uno en uno, para acabar con Johnson. Pero Johnson los vence a todos, hasta que finalmente es reconocido y aceptado como un guerrero legendario.En plena eclosión del western revisionista y crepuscular, Pollack y Redford decidieron rodar una película que parecía volver a los orígenes del género: los pioneros. En el fondo, no es de extrañar; eran principios de los setenta, tiempos de contracultura y ecologismo, así que ese retorno a la naturaleza que describe la película estaba en plena sintonía con la época. En este mismo sentido debe contemplarse su condición de “western pro-indio”. Pero no es nada de esto lo que confiere grandeza a la película; a fin de cuentas, otros films contemporáneos, como Un hombre llamado caballo (1970), iban por el mismo camino y no por ello se convirtieron en obras maestras. Lo que hace grande al film de Pollack es el fascinante tono entre surrealista y onírico que preside la narración, esos personajes extraños y vagamente irreales, esas situaciones que parecen surgidas de la mente de Lewis Carroll, esa naturaleza que acaba convirtiéndose en un territorio mítico y ancestral. Las aventuras de Jeremiah Johnson describe el nacimiento de una leyenda, pero no desde un punto de vista naturalista, sino poético.Nota: por lo visto, el tal Jeremiah Johnson existió realmente y, como se cuenta en la película, vengó la muerte de su familia acabando él solo con un grupo de guerreros crow. La diferencia es que, en vez de limitarse a matarlos, también se comió sus hígados, por lo que desde entonces se le conoció como Johnson “comedor de hígados”. La verdad, no me imagino a Redford comiéndose las vísceras de nadie...Sin perdón (Clint Eastwood, 1992). Un cliente insatisfecho (y borracho) le corta la cara con un cuchillo a una puta. Las demás prostitutas del burdel juntan todos sus ahorros y ofrecen una recompensa a aquel que mate al tipo que desfiguró el rostro de su compañera. William Munny (Clint Eastwood), un viejo pistolero retirado, viudo y con dos hijos, decide aceptar la oferta y parte a cumplir la venganza en compañía de un antiguo amigo (Morgan Freeman) y un joven aprendiz de pistolero. Pero el brutal sheriff del lugar (Gene Hackman) está decidido a impedir la venganza...Describir el argumento de Sin perdón es quedarse en la piel. Cada secuencia, cada plano, cada diálogo, todas y cada una de las extraordinarias interpretaciones, el magnífico guión, la magistral dirección, cada segundo de esta película es un prodigio de narrativa y oscuro lirismo. Imaginaos un cóctel en el que mezclarais un 60% de Ford, un 30% de Mann y un 10% de Leone, y comenzaréis a haceros una idea de lo que es la obra maestra de Eastwood. En realidad, se trata de la segunda gran desmitificación del western (después de El hombre que mató a Liberty Valance), un ejercicio de sabio revisionismo en el que Eastwood parece querer decirnos: todo lo que te hemos contado hasta ahora sobre el Oeste es mentira; en realidad, aquello fue un horror sin el menor rastro de épica y nobleza.Pero, paradójicamente, al mismo tiempo que desmitifica, Eastwood confiere a su narración un tono progresivamente mítico, hasta alcanzar ese contundente clímax final en el que Munny, transformado de nuevo en un monstruo sanguinario, se enfrenta al sheriff, a sus ayudantes y a todo el pueblo en un dantesco tiroteo. Es curioso: cuando todo el mundo daba por muerto al western, Eastwood dirigió uno que, hasta el momento, es la última gran obra maestra producida en Hollywood.Y ya está, se acabó; ésta es mi lista de los diez mejores western de la historia. Pero antes de poner el punto final a este larguísimo post, me gustaría hacer dos o tres comentarios finales. En primer lugar, sobre el spaghetti western. Antes he dicho que lo considero deleznable, y lo sigo diciendo; no obstante, aportó un valioso rasgo estilístico: la cutrez. Lejos de las estilizaciones de los clásicos, los directores italianos, con Leone en cabeza, mostraron un Oeste feo, sucio y miserable. Es decir, tal y como era de verdad. Esta aportación, justo es reconocerlo, influyó decisivamente en películas tan valiosas como las aquí citadas Grupo salvaje y Sin perdón.Otro punto, más general, tiene que ver con el actual estado del cine norteamericano. Fijaos en los personajes que interpreta John Wayne en Centauros del desierto y en El hombre que mató a Liberty Valance. Son personajes turbios, con claroscuros, poseedores de grandes virtudes, pero también de inmensos defectos. Pues bien, ninguna gran estrella de Hollywood (y Wayne lo era en su momento) aceptaría interpretar ahora esos personajes. Hoy por hoy, sacar adelante un gran producción comercial requiere la presencia de una estrella, lo cual se traduce en una tiranía de los actores, que intervienen en el guión y modifican sus personajes para hacerlos inmaculados y radiantes. Es decir, de una pieza y sin ningún interés. Quizá ése sea uno de los principales motivos del pésimo momento artístico que aqueja a Hollywood.Por último, quisiera llamar la atención de quienes no valoran el western sobre un punto: ocho de las diez películas de esta lista son abiertamente poéticas, cuando no arrebatadoramente líricas. Y todas ellas, sin excepción hablan sobre la naturaleza humana. El western es mucho más que historias de revólveres y caballos.
miércoles, 2 de julio de 2008
Rock in Rio, no nos tomes el pelo
Entrada de Rock in Rio
2 de julio.- Si Paco el Pocero montase un festival de música, le saldría Rock in Rio.
Porque los símiles, una vez transitado el festival un par de días, están a huevo. ¿A qué se parece este supermercado pop? Elija su opción:
A un Carrefour de secano. Aparcamiento pedregoso, compra-compra-compra todo lo que te vendemos-vendemos-vendemos, gigantismo en las distancias y un público, con perdón, bastante Carrefour.
A una urbanización de los años del pelotazo inmobiliario. Mobiliario urbano chungo, sensación de deshumanización, aires de secarral, horterez por doquier... Faltan los adosados, pero démosles tiempo.
A un versión musical de Fitur. Avalancha de marcas, cutreatracciones aquí y allá, impactos publicitarios a cada metro... Y encima hay que pagar para entrar. Brillante.
A una Expo aún más absurda que las Expos. Rollo 'vamos a meter aquí a 100.000 de tíos y ya nos inventaremos con qué excusa'.
Ah, es verdad, el gancho es la música. Pero el cartel, de tan ancho, tan familiar y tan para todos los públicos, es un globo flácido a morir, casi sin aire. Neil Young, Bob Dylan, Police y poco más. El resto, música de mayor o menor valor artístico, pero de intención tan comercial como el propio emporio en sí.
La otra coartada asalta al visitante a la entrada: "Por un mundo mejor". Y la cantinela de la sostenibilidad, la ecología, el buenrrollismo y tal.
Más bien por un mundo igual o peor que este: Rock in Rio usa como pantalla la cultura para promover el credo ideológico de los tiempos: no somos ciudadanos, sino consumidores. ¿Quiere vivir? Pague. Sí, por un mundo mejor, pero mejor para el bolsillo de algunos. Un mundo regido por la pasta, y de la mano del egoísmo.
Si algo sabemos a ciencia cierta hoy es que las causas solidarias suelen ser, salvo excepciones, una puta en manos de las industrias culturales. Una treta que, para ellas, es pan para hoy y hambre para mañana: es imposible engañar a todos todo el tiempo. Aún parte del público viejuno podría tragarse el engaño; el joven no tiene excusa.
Dicho lo cual, importante: ¿sobra Rock in Rio? No, Rock in Rio no sobra. Música es música, aunque sea hecha principalmente para forrarse, e igual satisfacción pueden causar Shakira y Dylan en sus respectivos fans. No sobra, también, porque no llega por aquí tanta música como para andar derrochando. Y no sobra porque un centro comercial es un centro comercial, y como tal hay que tomárselo: uno va, compra, y vuelve a su casa.
Pero que no nos camelen. Rock in Rio, bienvenido y tal, pero no nos tomes el pelo.
(Y eso que servidor no presenció la apertura del evento el jueves pasado, con Esperanza Aguirre en plan Madonna castiza y varios cazas surcando los aires, según me cuentan. Esta crónica me habría salido más divertida pero, mecachis, no estuve).
Entrada de Rock in Rio
2 de julio.- Si Paco el Pocero montase un festival de música, le saldría Rock in Rio.
Porque los símiles, una vez transitado el festival un par de días, están a huevo. ¿A qué se parece este supermercado pop? Elija su opción:
A un Carrefour de secano. Aparcamiento pedregoso, compra-compra-compra todo lo que te vendemos-vendemos-vendemos, gigantismo en las distancias y un público, con perdón, bastante Carrefour.
A una urbanización de los años del pelotazo inmobiliario. Mobiliario urbano chungo, sensación de deshumanización, aires de secarral, horterez por doquier... Faltan los adosados, pero démosles tiempo.
A un versión musical de Fitur. Avalancha de marcas, cutreatracciones aquí y allá, impactos publicitarios a cada metro... Y encima hay que pagar para entrar. Brillante.
A una Expo aún más absurda que las Expos. Rollo 'vamos a meter aquí a 100.000 de tíos y ya nos inventaremos con qué excusa'.
Ah, es verdad, el gancho es la música. Pero el cartel, de tan ancho, tan familiar y tan para todos los públicos, es un globo flácido a morir, casi sin aire. Neil Young, Bob Dylan, Police y poco más. El resto, música de mayor o menor valor artístico, pero de intención tan comercial como el propio emporio en sí.
La otra coartada asalta al visitante a la entrada: "Por un mundo mejor". Y la cantinela de la sostenibilidad, la ecología, el buenrrollismo y tal.
Más bien por un mundo igual o peor que este: Rock in Rio usa como pantalla la cultura para promover el credo ideológico de los tiempos: no somos ciudadanos, sino consumidores. ¿Quiere vivir? Pague. Sí, por un mundo mejor, pero mejor para el bolsillo de algunos. Un mundo regido por la pasta, y de la mano del egoísmo.
Si algo sabemos a ciencia cierta hoy es que las causas solidarias suelen ser, salvo excepciones, una puta en manos de las industrias culturales. Una treta que, para ellas, es pan para hoy y hambre para mañana: es imposible engañar a todos todo el tiempo. Aún parte del público viejuno podría tragarse el engaño; el joven no tiene excusa.
Dicho lo cual, importante: ¿sobra Rock in Rio? No, Rock in Rio no sobra. Música es música, aunque sea hecha principalmente para forrarse, e igual satisfacción pueden causar Shakira y Dylan en sus respectivos fans. No sobra, también, porque no llega por aquí tanta música como para andar derrochando. Y no sobra porque un centro comercial es un centro comercial, y como tal hay que tomárselo: uno va, compra, y vuelve a su casa.
Pero que no nos camelen. Rock in Rio, bienvenido y tal, pero no nos tomes el pelo.
(Y eso que servidor no presenció la apertura del evento el jueves pasado, con Esperanza Aguirre en plan Madonna castiza y varios cazas surcando los aires, según me cuentan. Esta crónica me habría salido más divertida pero, mecachis, no estuve).
martes, 1 de julio de 2008
Johnny Guitar
Johnny: ¿A cuántos hombres has amado?
Vienna: A tantos como mujeres tú has olvidado.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: No me he movido.
Johnny: Dime algo agradable.
Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.
Vienna: Te he esperado todos estos años.
Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieses vuelto.
Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero como tú me quieres.
Johnny: Gracias. Muchas gracias.
Vienna: A tantos como mujeres tú has olvidado.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: No me he movido.
Johnny: Dime algo agradable.
Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.
Vienna: Te he esperado todos estos años.
Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto.
Vienna: Habría muerto si tú no hubieses vuelto.
Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero como tú me quieres.
Johnny: Gracias. Muchas gracias.
domingo, 29 de junio de 2008
jueves, 19 de junio de 2008
lunes, 16 de junio de 2008
domingo, 15 de junio de 2008
CRISIS 2007-2008
CRISIS 2007-2008. La historia es la siguiente:1.Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.2.Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:a.Daban préstamos a un bajo interésb.Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban “menos algo”)c.Pero, con todo, el Margen de Intermediación (“a” menos “b”) decrecía3.A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los Bancos tenían que hacer dos cosas:a.Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más interesesb.Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco es más que 100 x poco)4.En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:a.Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los “ninja” (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades)b.Cobrarles más intereses, porque había más riesgoc.Aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericanod.Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.e.A este tipo de hipotecas, les llamaron “hipotecas subprime”i.Se llaman “hipotecas prime” las que tienen poco riesgo de impago. En una escala de clasificación entre 300 y 850 puntos, las hipotecas prime están valoradas entre 850 puntos las mejores y 620 las menos buenas.ii.Se llaman “hipotecas subprime” las que tienen más riesgo de impago y están valoradas entre 620 las menos buenas y 300, las malas.f.Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.g.Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían conseguido.5.1er. comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro y también está claro que cualquier persona con sentido común, aunque no sea un especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede ser importante.6.En cuanto a lo segundo (aumento del número de operaciones):a.Como los Bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para que les prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la Oficina Central de la Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en Illinois, porque allí hay un Banco al que mi Caja de Ahorros le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja. Por supuesto, el de Illinois no sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero, depositado en una entidad seria como es mi Caja de Ahorros, empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Director de la Oficina de mi Caja, que sabe -y presume- de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo sabe el Presidente de la Caja de Ahorros, que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados Unidos.7.2º comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se dan hipotecas subprime, piensa: “¡Qué locuras hacen estos americanos!”8.Además, resulta que existen las “Normas de Basilea”, que exigen a los Bancos de todo el mundo que tengan un Capital mínimo en relación con sus Activos. Simplificando mucho, el Balance del Banco de Illinois es:ACTIVO PASIVODinero en Caja Dinero que le han prestado otros BancosCréditos concedidos CapitalReservasTOTAL X millones X millonesLas Normas de Basilea exigen que el Capital de ese Banco no sea inferior a un determinado porcentaje del Activo. Entonces, si el Banco está pidiendo dinero a otros Bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de Capital sobre el Activo de ese Banco baja y no cumple con las citadas Normas de Basilea.9.Hay que inventar algo nuevo. Y eso nuevo se llama Titulización: el Banco de Illinois “empaqueta” las hipotecas -prime y subprime- en paquetes que se llaman MBS (Mortgage Backed Securities, o sea, Obligaciones garantizadas por hipotecas). O sea, donde antes tenia 1.000 hipotecas “sueltas”, dentro de la Cuenta “Créditos concedidos”, ahora tiene 10 paquetes de 100 hipotecas cada uno, en los que hay de todo, bueno (prime) y malo (subprime), como en la viña del Señor.10.El Banco de Illinois va y vende rápidamente esos 10 paquetes:a.¿Dónde va el dinero que obtiene por esos paquetes? Va al Activo, a la Cuenta de “Dinero en Caja”, que aumenta, disminuyendo por el mismo importe la Cuenta “Créditos concedidos”, con lo cual la proporción Capital/Créditos concedidos mejora y el Balance del Banco cumple con las Normas de Basilea.b.¿Quién compra esos paquetes y además los compra rápidamente para que el Banco de Illnois “limpie” su Balance de forma inmediata? ¡Muy buena pregunta! El Banco de Illinois crea unas entidades filiales, los conduits, que no son Sociedades, sino trusts o fondos, y que, por ello no tienen obligación de consolidar sus Balances con los del Banco matriz. Es decir, de repente, aparecen en el mercado dos tipos de entidades:i.El Banco de Illinois, con la cara limpiaii.El Chicago Trust Corporation (o el nombre que le queráis poner), con el siguiente Balance:ACTIVO PASIVOLos 10 paquetes de hipotecas Capital: lo que ha pagado por esos paquetes11.3er. comentario: Si cualquier persona que trabaja en la Caja de Ahorros de San Quirico, desde el Presidente al Director de la Oficina supiera algo de esto, se buscaría rápidamente otro empleo. Mientras tanto, todos hablan en Expansión de sus inversiones internacionales, de las que ya veis que no tienen la más mínima idea.12.¿Cómo se financian los conduits? En otras palabras, ¿de dónde sacan dinero para comprar al Banco de Illinois los paquetes de hipotecas? De varios sitios:a.Mediante créditos de otros Bancos (4º Comentario: La bola sigue haciéndose más grande)b.Contratando los servicios de Bancos de Inversión que pueden vender esos MBS a Fondos de Inversión, Sociedades de Capital Riesgo, Aseguradoras, Financieras, Sociedades patrimoniales de una familia, etc. (5º Comentario: fijaos que el peligro se nos va acercando, no a España, sino a nuestra familia, porque igual, animado por el Director de la oficina de San Quirico, voy y meto mi dinero en un Fondo de Inversión)c.Lo que pasa es que, para ser “financieramente correctos”, los conduits o MBS tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que dan calificaciones en función de la solvencia. Estas calificaciones dicen: “a esta empresa, a este Estado, a esta organización se le puede prestar dinero sin riesgo”, o “tengan cuidado con estos otros porque se arriesga usted a que no le paguen”. d.Incluyo aquí lo que decía el vocablo “Rating” de este Diccionario, para que lo tengáis todo en el mismo bloque:RATING. Calificación crediticia de una Compañía o una Institución, hecha por una agencia especializada. En España, la agencia líder en este campo es Fitch Ratings.Los niveles son:AAA, el máximoAAABBBBBOtros, pero son muy malosEn general:Un Banco o Caja grande suele tener un rating de AAUn Banco o Caja mediano, un rating de Ae.Las Agencias de rating otorgaban estas calificaciones o les daban otros nombres, más sofisticados, pero que, al final, dicen lo mismo:Llamaban:Investment grade a los MBS que representaban hipotecas prime, o sea, las de menos riesgo (serían las AAA, AA y A)Mezzanine, a las intermedias (supongo que las BBB y quizá las BB)Equity a las malas, de alto riesgo, o sea, a las subprime, que, en este tinglado, son las protagonistas f.Los Bancos de Inversión colocaban fácilmente las mejores (investment grade), a inversores conservadores, y a intereses bajos.g.Otros gestores de Fondos, Sociedades de Capital Riesgo, etc, más agresivos . pretendían obtener, a toda costa, rentabilidades más altas, entre otras razones porque esos señores cobran el bonus de final de año en función de la rentabilidad obtenida.h.Problema: ¿Cómo vender MBS de los malos a estos últimos gestores sin que se note excesivamente que están incurriendo en riesgos excesivos?i.6º Comentario: La cosa se complica y, por supuesto, los de la Caja de Ahorros de San Quirico siguen haciendo declaraciones en Expansión felices y contentos, hablando de la buena marcha de la economía y de la Obra Social que están haciendo.j.Algunos Bancos de Inversión lograron, de las Agencias de Rating una recalificación (un re-rating, palabro que no existe, pero que sirve para entendernos)k.El re-rating es un invento para subir el rating de los MBS malos, que consiste en:i.Estructurarlos en tramos, a los que les llaman tranches, ordenando, de mayor a menor, la probabilidad de un impago, y con el compromiso de priorizar el pago a los menos malos. Es decir:1.Yo compro un paquete de MBS, en el que me dicen que los tres primeros MBS son relativamente buenos, los tres segundos, muy regulares y los tres terceros, francamente malos. Esto quiere decir que he estructurado el paquete de MBS en tres tranches: el relativamente bueno, el muy regular y el muy malo.2.Me comprometo a que si no paga nadie del tranche muy malo (o como dicen estos señores, si en el tramo malo incurro en default), pero cobro algo del tranche muy regular y bastante del relativamente bueno, todo irá a pagar las hipotecas del tranche relativamente bueno, con lo que, automáticamente, este tranche podrá ser calificado de AAA.3.(7º Comentario: En los “Comentarios de Coyuntura Económica del IESE”, de Enero 2008, de los que he sacado la mayor parte de lo que os estoy diciendo, le llaman a esto “magia financiera”)ii.Para acabar de liar a los de San Quirico, estos MBS ordenados en tranches fueron rebautizados como CDO (Collateralized Debt Obligations, Obligaciones de Deuda Colateralizada), como se les podía haber dado otro nombre exótico.iii.No contentos con lo anterior, los magos financieros crearon otro producto importante: los CDS (Credit Default Swaps) En este caso, el adquirente, el que compraba los CDO, asumía un riesgo de impago por los CDO que compraba, cobrando más intereses. O sea, compraba el CDO y decía: “si falla, pierdo el dinero. Si no falla, cobro más intereses.”iv.Siguiendo con los inventos, se creó otro instrumento, el Synthetic CDO, que no he conseguido entender, pero que daba una rentabilidad sorprendentemente elevada.v.Más aún: los que compraban los Synthetic CDO podían comprarlos mediante créditos bancarios muy baratos. El diferencial entre estos intereses muy baratos y los altos rendimientos del Synthetic hacía extraordinariamente rentable la operación.13.Al llegar aquí y confiando en que no os hayáis perdido demasiado, quiero recordar una cosa que es posible que se os haya olvidado, dada la complejidad de las operaciones descritas: que todo está basado en que los ninjas pagarán sus hipotecas y que el mercado inmobiliario norteamericano seguirá subiendo.14.PERO:a.A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron.b.Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa más de lo que ahora valía y decidieron (o no pudieron) seguir pagando sus hipotecas.c.Automáticamente, nadie quiso comprar MBS, CDO, CDS, Synthetic CDO y los que ya los tenían no pudieron venderlos.d.Todo el montaje se fue hundiendo y un día, el Director de la Oficina de San Quirico llamó a un vecino para decirle que bueno, que aquel dinero se había esfumado, o, en el mejor de los casos, había perdido un 60 % de su valor.e.8º Comentario: Vete ahora a explicar al vecino de San Quirico lo de los ninjas, el Bank de Illinois y el Chicago Trust Corporation. No se le puede explicar por varias razones: la más importante, porque nadie sabe dónde está ese dinero. Y al decir nadie, quiero decir NADIE.f.Pero las cosas van más allá. Porque nadie -ni ellos- sabe la porquería que tienen los Bancos en los paquetes de hipotecas que compraron, y como nadie lo sabe, los Bancos empiezan a no fiarse unos de otros.g.Como no se fían, cuando necesitan dinero y van al MERCADO INTERBANCARIO, que es donde los Bancos se prestan dinero unos a otros, o no se lo prestan o se lo prestan caro. El interés a que se prestan dinero los Bancos en el Interbancario es el Euribor (Europe Interbank Offered Rate, o sea, Tasa de Interés ofrecida en el mercado interbancario en Europa), tasa que, como podéis ver en el vocablo EURIBOR A 3 MESES de este Diccionario, ha ido subiendo (ahora está empezando a bajar.)h.Por tanto, los Bancos ahora no tienen dinero. Consecuencias:i.No dan créditosii.No dan hipotecas, con lo que los Astroc, Renta Corporación, Colonial, etc., lo empiezan a pasar mal, MUY MAL. Y los accionistas que compraron acciones de esas empresas, ven que las cotizaciones de esas Sociedades van cayendo vertiginosamente.iii.El Euribor a 12 meses, que es el índice de referencia de las hipotecas, ha ido subiendo (v. Vocablo EURIBOR A 12 MESES en este Diccionario), lo que hace que el español medio, que tiene su hipoteca, empieza a sudar para pagar las cuotas mensuales. (Ahora ha empezado a bajar)iv.Como los Bancos no tienen dinero,1.Venden sus participaciones en empresas2.Venden sus edificios3.Hacen campañas para que metamos dinero, ofreciéndonos mejores condicionesv.Como la gente empieza a sentirse apretada por el pago de la hipoteca, va menos al Corte Inglés.vi.Como el Corte Inglés lo nota, compra menos al fabricante de calcetines de Mataró, que tampoco sabía que existían los ninja.vii.El fabricante de calcetines piensa que, como vende menos calcetines, le empieza a sobrar personal y despide a unos cuantos.viii.Y esto se refleja en el índice de paro, fundamentalmente en Mataró, donde la gente empieza a comprar menos en las tiendas.15.Esto es un Diccionario de vocablos. Lo que pasa es que el vocablo “Crisis 2007-2008” es muy serio. El título puede inducir a error, pensando que la crisis se va a acabar en 2008. Ahora viene otra pregunta: “¿Hasta cuándo va a durar esto?16.Pues muy buena pregunta, también. muy difícil de contestar, por varias razones:a.Porque se sigue sin conocer la dimensión del problema (las cifras varían de 100.000 a 500.000 millones de dólares)b.Porque no se sabe quiénes son los afectados. No se sabe si mi Banco, el de toda la vida, Banco serio y con tradición en la zona, tiene mucha porquería en el Activo. Lo malo es que mi Banco tampoco lo sabe.c.Cuando, en América, las hipotecas no pagadas por los ninja se vayan ejecutando, o sea, los Bancos puedan vender las casas hipotecadas por el precio que sea, algo valdrán los MBS, CDO, CDS y hasta los Synthetic.d.Mientras tanto, nadie se fía de nadie.17.9º Comentario:a.Alguien ha calificado este asunto como “la gran estafa”b.Otros han dicho que el Crack del 29, comparado con esto, es un juego de niñas en el patio de recreo de un convento de monjasc.Bastantes, quizá muchos, se han enriquecido con los bonus que han ido cobrando. Ahora, se quedarán sin empleo, pero tendrán el bonus guardado en algún lugar, quizá en un armario blindado, que es posible que sea donde esté más seguro y protegido de otras innovaciones financieras que se le pueden ocurrir a alguien.d.Las autoridades financieras tienen una gran responsabilidad sobre lo que ha ocurrido. Las Normas de Basilea, teóricamente diseñadas para controlar el sistema, han estimulado la TITULIZACIÓN hasta extremos capaces de oscurecer y complicar enormemente los mercados a los que se pretendía proteger.e.Los Consejos de Administración de las entidades financieras involucradas en este gran fiasco, tienen una gran responsabilidad, porque no se han enterado de nada. Y ahí incluyo el Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de San Quirico.f.Algunas agencias de rating han sido incompetentes o no independientes respecto a sus clientes, lo cual es muy serio18.Fin de la historia (por ahora): los principales Bancos Centrales (el Banco Central Europeo, la Reserva Federal norteamericana) han ido inyectando liquidez monetaria para que los Bancos puedan tener dinero.19.Hay expertos que dicen que sí que hay dinero, pero que lo que no hay es confianza. O sea, que la crisis de liquidez es una auténtica crisis de no fiarse del prójimo.20.Mientras tanto, los FONDOS SOBERANOS, o sea, los Fondos de inversión creados por Estados con recursos procedentes del superávit en sus cuentas, (procedentes principalmente del petróleo y del gas) como los Fondos de los Emiratos árabes, países asiáticos, Rusia, etc., están comprando participaciones importantes en Bancos americanos para sacarles del atasco en que se han metido.
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